ADELAIDA DE CARRILLO
Testimonio para prepararnos en santidad. El Señor le mostró en el infierno a "cristianos tibios y a otros descarrilados" También estaban en el infierno mujeres que se pintaban el pelo y mujeres que se pintaban los labios. El Señor le dijo que no le agrada que amemos al mundo, ni las cosas que hace el mundo, porque él que hace amistad con el mundo se convierte en enemigo de Dios.
"No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre" (1 Juan 2.15-17).
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