"Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra" (Apocalipsis 22:10-12).
¡SIN SANTIDAD NADIE VERA A DIOS¡
"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor" (Hebreos 12:14)
SANTIFICATE... "CRISTO VIENE PRONTO"
"Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" (1 Pedro 1.13-19).
¡UNA ADVERTENCIA DE DIOS A TODAS LAS MUJERES!
¿EN QUE MOMENTO PERDÍ MI SALVACIÓN?
DIOS DEMANDA SANTIDAD INTERNA Y EXTERNA...HERMANA MARISOL GUEVARA
"EL TIEMPO SE ESTA ACABANDO RÁPIDAMENTE"
PRIMER VIAJE AL INFIERNO
En el fin de
semana del 23 de julio del 2005, tome un viaje en taxi de 30 minutos, desde el
pueblo de Ondangwa en donde trabajo y resido, hasta mi aldea nativa para pasar
el fin de semana con mis padres. En el camino a casa, tuve la sensación de que
algo extraordinario iba a suceder esa tarde. Llegue a casa al rededor de las
6:00 p.m., y ese era el tiempo en que la gente prepara para la cena. Yo estaba
en la cocina con el resto de mi familia, recostada en una vieja sábana sobre el
suelo, mientras que mis sobrinas y mis sobrinos cantaban sus coros de la
escuela dominical. De repente sentí una gran unción que vino sobre mí, mi
cuerpo se debilitó, y yo permanecí bajo el poder de Dios. vi. a un hombre
usando una larga túnica blanca, sujeta con una cinta del mismo color, venia
caminando hacia donde yo me encontraba. Había una luz brillante al rededor de
Él, como si la luz radiara de Él mismo. Usaba unas sandalias cafés; sus
facciones eran como las de la gente del Oriente Medio, tenía una hermosa piel
bronceada. Su gesto era muy amable y lleno de gloria, pero no podía ver a sus
ojos. Cuando Él comenzó a hablar sus voz era tierna, amable y amorosa, sin
embargo con mucha autoridad; ondas de amor emanaban desde Su mismo ser. Él
extendió Su mano hacia mí y me levantó del lugar donde yo estaba recostada. De
repente yo me encontraba en un hermoso cuerpo transformado; me veía exactamente
como cuando tenía 18 años. Me encontraba usando una túnica blanca ceñida con un
cinto blanco. Pero aunque mi túnica era blanca, el material era diferente del
que material de la túnica de este hombre. Su túnica tenia una apariencia como
de seda con una brillantez que simplemente no se como describir. Él dijo con la mas
amorosa y tierna voz: "Victoria,
quiero que vengas conmigo; te enseñare cosas espantosas y te llevaré a un lugar
a donde nunca has estado jamás en toda tu vida".
Él tomó mi mano derecha y partimos. Yo sentía como si estuviéramos
caminando en el aire y nos elevábamos todo el tiempo. Después de un tiempo en
el camino, comencé a sentirme muy cansada y le dije que me sentía incapaz de
poder continuar en el camino y le rogué que me permitiera regresar, sin embargo
Él me miró tiernamente y dijo: "Tu no estás cansada - estas bien. Si te cansas, yo te
cargaré, pero por el momento te encuentras bien. La paz sea contigo,
vamos".
El lugar al que
llegamos era muy árido, peor que el peor de los desiertos conocidos por el
hombre, no había ningún signo de vida de ningún tipo. No había un sólo árbol o
hoja o pasto o ninguna cosa con vida en esa vista. Era un lugar muy deprimente
de hecho. Llegamos hasta una puerta, y el hombre se volvió y me dijo: "Victoria, vamos a atravesar por la
puerta y las cosas que vas a ver te van a espantar y afectar - pero debes
descansar segura en que a cualquier lugar que yo te lleve, estarás bien
protegida. Solo abre tus ojos y observa todo lo que voy a mostrarte". Yo estaba aterrorizada y comencé a
sollozar, empecé a protestar y a suplicar a este hombre que me trajera de
regreso. Le dije que no quería ir a ese lugar, por que podía ver a través de la
puerta lo que estaba sucediendo allí dentro. El me miró y dijo, "La paz sea contigo; Yo estoy contigo.
Debemos ir adentro, por que el tiempo se está acabando".
Entramos a través
de la puerta. No puedo describirles a ustedes el horror de ese lugar. Estoy
convencida que no hay otro lugar tan espantoso en todo el universo entero como
ese lugar. El lugar era extremadamente grande y tenía la sensación de que se
expandía y agrandaba todo el tiempo. Era un lugar de densas tinieblas y el
calor de ese lugar no se podía medir; era mas caliente que el mas caliente de
todos los fuegos. No podía ver ninguna flama de fuego, o de dónde provenía el
calor pero eso estaba realmente ARDIENDO. El lugar estaba lleno de moscas de
todos los tamaños - verdes, negras y grises, todo tipo de mosca concebible se
encontraba en ese lugar. Además de eso había también cortos, gruesos y oscuros
gusanos por todas partes, subiendo por todas partes, los gusanos empezaron a
subir sobre nosotros y las moscas también estaban sobre nosotros. El lugar
estaba llenado del más asqueroso y repugnante hedor; no hay palabras para
describir la intensidad del hedor de ese lugar. El olor era casi como el de la
carne podrida pero era cien veces peor que la cualquier carne decadente que
jamás hubiera yo olido en toda mi vida. El lugar estaba llenado del ruido de
lamentos y de crujir de dientes, así como de demoníacas carcajadas malignazo peor acerca de este lugar era que estaba lleno de personas. Había
tantas personas que no se podían enumerar. Las personas se veían en forma de
esqueletos. Puedo decir confiadamente que estos esqueletos eran humanos, por
que reconocí a algunos de mis parientes cercanos y gente de mi aldea. Sus
huesos eran de un gris oscuro y extremadamente secos. Tenían largos y filosos
dientes como animales salvajes. Sus bocas eran grandes y anchas y sus lenguas
eran largas y de un rojo brillante. Sus manos y pies tenían largos y delgados
dedos con uñas largas y afiladas. Algunos de ellos tenían colas y cuernos. Habían
demonios mezclándose entre la gente, los demonios en apariencia se veían como
reptiles y caminaban en cuatro patas. Estaban a gusto en ese ambiente y estaban
constantemente burlándose y atormentando a los humanos. El ruido que los demonios hacían era mas
bien como una celebración, se veían a gusto y despreocupados; también bailaban
y brincaban todo el tiempo. Los humanos por el contrario, se veían miserables y
deprimidos; se encontraban en un estado de impotencia y de desesperación. El
ruido que los humanos hacían era causado por el dolor; sollozaban, gritaban,
crujían sus dientes, estaban en una situación desesperada de inimaginable dolor
y agonía. Las personas en este lugar eran incontables, pero pude ver claramente
que la gran mayoría eran mujeres. Se encontraban divididos en diferentes
grupos. Pero aún estando en grupos, no era posible estimar el número de
personas dentro de un sólo grupo por que cada grupo era extremadamente grande. El
hombre me guió hacia uno de los grupos en la parte este de ese lugar. Él me
miró y dijo: "Victoria,
este es un grupo de personas que rehusó perdonar a otros. Yo les dije muchas
veces de muchas diferentes maneras que perdonaran a los otros pero ellos me
rechazaron; yo les había perdonado a ellos todos sus pecados, pero ellos se
rehusaron a perdonar a otros. Su tiempo se terminó y se encontraron a si mismos
en este lugar. Ellos estarán aquí por toda la eternidad; ellos están comiendo
los frutos de su labor por siempre y para siempre. Aunque, es muy doloroso para
mí verlos en este horrible lugar y en esta eterna situación -por que yo los
amo".
Fui entonces
guiada al siguiente grupo, y el hombre me dijo que la gente en este segundo
grupo eran aquellos que tenían deudas. Había tres categorías diferentes en ese
grupo. La primera categoría era de gente que debía a otros, ellos tenían dinero
para pagar sus deudas pero se mantenían demorando y postergando sus pagos.
Ellos decían que pagarían mañana, o la siguiente semana, o el siguiente año,
hasta que el tiempo se les terminó a ellos y ahora se encuentran en este lugar.
Y aquí es donde se quedarán para siempre; están comiendo los frutos de su
labor. La segunda categoría era de aquellos que tenían deudas que se podían
permitir pagar a sus acreedores y además querían pagarlas, pero temían mas a
las consecuencias por que, tal vez, si ellos decían la verdad sufrirían el
rechazo o tal vez irían a la cárcel o tal vez lo que hicieron se sabría
abiertamente ante todo el mundo y ellos serían humillados. El hombre dijo: "Ninguno de ellos vino a mí para
preguntarme alguna manera. Si ellos lo hubieran hecho, Yo les hubiera enseñado
el camino hacia una salida fácil. Pero ellos prefirieron usar su propia
sabiduría y razonamientos los cuales no les ayudaron en ninguna forma. Su
tiempo se les terminó y ahora se encuentran en este lugar en donde estarán para
siempre. Están comiendo los frutos de su labor".
Después el
dijo: "La tercera
categoría tenían deudas las cuales no se podían permitir pagar, pero,
nuevamente, ninguno de ellos me dijo que tenían deudas que ellos no podían
pagar. Si así lo hubieran hecho, Yo hubiera pagado sus deudas. Ellos también
trataron de usar su propio razonamiento y sabiduría, los cuales no pudieron
ayudarlos en nada. Y ahora ello se encuentra en este lugar en donde estarán
para siempre. Ellos están ahora comiendo el fruto de su labor. Mi corazón se
duele por todas estas personas por que los amo profundamente".
En el primer
grupo, vi. a dos de mis parientas cercanas, así como a una de doce años,
también pariente mía. Yo se que tenía doce por que esa era la edad que ella
tenía en el momento de su muerte. En el segundo grupo vi. también algunos de mis
parientes, así como a un pastor al cual yo conocía muy bien. Jakes, mi novio
que había cometido suicidio por que yo le había dado mi vida a Jesucristo,
estaba también en el segundo grupo. También vi a algunos de mis vecinos en
ambos grupos. Yo reconocí a la gente que conocía antes de sus muertes; ellos
también me reconocieron a mí. Mis parientes estaban furiosos cuando me vieron y
comenzaron a gritarme obscenidades; usaban el lenguaje mas vulgar mientras me
maldecían. Uno de ellos me decía que yo no era digna de seguir al hombre que
estaba conmigo; ellos me decían las cosas que yo solía hacer antes de darle mi
vida a Cristo. Ellos no estaban mintiendo; las cosas de las que me estaban
acusando eran verdad. Jakes me decía que yo le pertenecía a el, y que yo debería
de estar en donde él estaba por que había cometido los mismos pecados que el
cometió. Al principio el pastor parecía feliz de verme y me dijo que había
hecho bien en venir, pero su actitud cambió inmediatamente cuando él vio quién
era el que me estaba acompañando y entonces el también se unió a las
maldiciones y el uso de lenguaje obsceno. El hombre que iba conmigo me dijo que
los ignorara por que ellos no sabían lo que estaban haciendo. Yo estaba
petrificada y extremadamente triste; mi cuerpo estaba temblando y no podía
permanecer de pie. Estaba llorando incontrolablemente. El hombre se volvió a
mí, me dio un abrazo, y dijo: "La paz sea contigo, Victoria". Mi fuerza retornó a mí y me sentí muy
segura en su abrazo. Entonces Él me dijo que teníamos que dejar el lugar y
regresar. Él me miró y dijo: "Victoria,
Yo te he mostrado. Ahora tu debes escoger en cual de los grupos tu quieres
estar; la desición está en tus propias manos. Debes decirle a la gente todo lo
que has visto y experimentado pero no agregues ni omitas nada".
Yo recuerdo que
dejamos el lugar de horrores juntos pero no se en que momento lo deje a Él por
que entonces me di cuenta: Abrí mis ojos y ya estaba de vuelta en mi cuerpo
físico, recostada en el Hospital Oshakati. Había un suero en mi brazo izquierdo
y vi. a mi madre y otros vecinos de nuestra aldea en una esquina del cuarto,
desde donde me estaban viendo con asombro. Pude ver en el rostro de mi madre
que había estado llorando. Le pregunte a una de las enfermeras si ella sabía
que me había sucedido, pero ella solo bromeo y dijo: "Fuiste
enviada de regreso; tal vez has hecho algo malo y necesitas arrepentirte". La
enfermera estaba tratando de hablar de manera alegre acerca de mi condición,
pero podía ver que estaba espantada de acercarse a mí. Le pedí que llamara al
doctor que me había atendido. Cuando el llegó dijo que no sabía lo que estaba
mal conmigo. Inicialmente el pensó que había contraído malaria, pero
los resultados de la malaria habían salido negativos. El continuó diciendo que
mi temperatura, pulso y presión arterial estaban peligrosamente bajos pero que
no había podido encontrar la causa para ello. El dijo que no había nada que el
pudiera hacer por mí; el no me podía admitir por que no estaba enferma. El
suero que me estaban aplicando no funcionaba al principio pero cuando abrí mis
ojos, entonces comenzó a funcionar. El me recomendó que la enfermera
administrara otro suero cuando el primero se hubiera terminado para que pudiera
tener suficientes fuerzas para regresar a casa. Yo estaba espantada de las cosas que había visto en ese
lugar y no podía dejar de llorar. El hedor de ese horrible lugar continuaba
siendo tan real como cuando estaba ahi dentro. Las escenas de ese lugar se me
revelaban en mi mente todo el tiempo. No podía dormir y mi cuerpo entero estaba
en gran dolor. Sentía como si todos mis miembros hubieran sido arrancados de mí
y puestos de regreso en mi cuerpo. Oh me sentía terrible. Tuve diarrea y un
dolor de cabeza punzante por una semana entera.Yo ya estaba determinada que no
hablaría con nadie acerca de mis experiencias por que quien me iba a creer? Que
iba a pensar la gente? Permanecía diciéndome a mi misma que no debía
nunca relata mi experiencia a nadie. Uno de mis mentores me telefoneó tres días
después para inquirir acerca de mi bienestar por que le había enviado un
mensaje pidiéndole que orara por mí. Antes de que pudiera darme
cuenta me encontraba ya diciéndole acerca mis experiencias. Cuando me
recapacité de lo que estaba haciendo ya le había dicho la mayoría de la
historia. Quería batearme a mí misma. Lloraba por que estaba
convencida de que había cometido el peor error de mi vida. Ahora la historia
estaba dicha, no había posibilidad de que yo pudiera esconderlo más.
Ahora se que si Dios quiere que algo sea dicho, simplemente será dicho. El es
Dios, después de todo. El 19 de agosto, desperté, sintiendo las señales de una
unción en mi cuerpo físico. Estaba débil y temblando, mientras que ondas de electricidad pasaban
a través de mi cuerpo. En la tarde vi. una luz brillante aproximándose hacia
el cuarto y en medio de esa luz se encontraba el mismo hombre. Esta vez Él
se sentó en una silla junto a mi cama, no tengo idea de donde salió
esa silla pero estaba allí tan pronto como Él se dispuso para sentarse. Era una
hermosa silla hecha de oro solidó; la forma era la de una silla convencional,
con soporte en la espalda. En cada pata había una estrella de plata
incrustada en el oro; la misma estrella estaba también en el centro del soporte
de la espalda. Tenía ruedas redondas en cada pata. Después de saludarme, Él me
dijo que Él sabía que tenía muchas preguntas acerca de Su identidad y que había
venido para revelarse a sí mismo conmigo, y para explicar ciertas cosas que yo
había experimentado. Él dijo: "Yo Soy Jesús, tu Salvador. Si tienes alguna duda, mira
mis manos. El lugar a donde fuimos es el infierno". Cuando miré a Sus manos, vi las
marcas en donde los clavos lo habían atravesado.
Querido amigo, yo
quiero decirte que el infierno no es un producto de la imaginación de nadie,
sino un lugar real y bastante desagradable. No fue hecho para las
personas sino para Satanás y sus demonios. Nuestro debido lugar es en el Cielo
con Jesús, pero nosotros debemos escoger a Jesús antes de que sea demasiado
tarde. Hoy que escuchan Su voz, no endurezcan su corazón; acepten a Jesús como
su Salvador personal hoy y vivan para Él. El infierno es un lugar terrible, es
un lugar de miedo y tristeza; es un lugar de tormento y eterno llanto y crujir
de dientes. Satanás quiere llevarse a tantos como le sea posible al
infierno con él. No cooperen con él; cooperen con Jesús y ustedes vivirán y no
morirán. No podía entender por que el Señor me diría que hiciera una decisión entre
los dos grupos que Él me enseñó en el infierno cuando yo era ya una cristiana
renacida. Yo lo había aceptado en mi vida y Él todavía me pedía hacer
una decisión de querer ir al infierno o no. No podía entender. Empecé
a orar y a preguntarle a Dios que me diera una revelación de lo que Él había
querido decir y lo que Él quería que yo hiciera. El Señor me reveló que yo
estaba abrigando una falta de perdón y resentimiento en mi corazón en contra de
una de mis hermanas, así como mi prima. Le pedí al Señor que me perdonara la
falta de perdón en mi espíritu; también le pedí perdón a mi hermana por
albergar ira y amargura en mi corazón en contra de ella. El Señor me instruyó
también a pedirle perdón a mi prima.
El Señor también me recordó que hubo un tiempo en el que adquirí
un trabajo como profesora con un diploma fraudulento, y Él consideraba eso como
una deuda y un robo. Yo estaba determinada a hacer lo que era correcto y le
pedí al Señor que me ayudara a través de este problema y que me mostrara una
salida fácil por que esto era un crimen serio que me podría llevar tras las
rejas. Él me dirigió a ir al Departamento de Educación y confesar lo que había
hecho. Yo estaba dispuesta a ir a la cárcel si esto era inevitable. Experimente
el favor del Señor de gran manera. Las autoridades del Departamento de
Educación me dijeron que yo debía decidir lo que yo quería: pagar de regreso el
salario que había recibido del gobierno o no pagarlo. Ellos prometieron no
presentar ningún cargo en contra mía por que estaban atónitos por mi confesión.
Nuestro Dios es un fiel quien honra Su palabra. Si tú estás en una situación
similar a la que yo estaba, quiero animarte a que tu hagas lo que es correcto,
sin importar las consecuencias. Tal vez vayas a la cárcel pero eso será un
castigo temporal. No hay dolor ni vergüenza que se compare con una
eternidad separada de Dios. El infierno no es un lugar agradable, es mejor
permitir a Dios que te juzgue ahora, antes de que sea demasiado tarde. No
debemos temer el juicio de Dios mientras estemos en el tiempo de Su gracia,
debemos permitirle que Él exponga lo que sea que este mal en nuestras vidas,
mientras todavía tenemos tiempo de enmendar nuestras situaciones para con Él,
por que ya no hay más perdón del otro lado de la tumba.
SEGUNDO VIAJE AL
INFIERNO
El 18 de octubre
del 2005 desperté a las 5:30 a.m. pero no pude ir a trabajar. Me sentía muy
débil y como ebria; no me podía mover o girar en mi cama, y la presencia del
Señor se sentía fuertemente en el cuarto. Yo estaba temblando y
sentía electricidad pasando a través de mi cuerpo. El Señor vino a tomarme
justo antes de las 8:00 por que la última vez que vi. mi reloj, eran las 7:48,
y Él llegó poco después de eso. Él me saludó y me dijo
que debíamos irnos nuevamente por que el tiempo se estaba terminando.
Me levanté y comenzamos a caminar. La forma en la
que estábamos caminando esta vez era muy diferente de las otras
veces; aunque nuestras piernas hacían los movimientos de caminar, nosotros estábamos
como flotando mas que caminando. Mientras íbamos de camino, Jesús me dijo que
todos los pecados son malos y que no hay tal cosa como pecados pequeños y
pecados grandes. Todos los pecados llevan a la muerte, no importa que tan
grandes o pequeños sean. El Señor me dijo que íbamos a visitar el infierno otra
vez y luego Él me preguntó si tenía temor. Yo le contesté que tenía temor.
Él dijo: "El espíritu de temor no procede de mi
Padre o de Mí, proviene del diablo. El miedo te causará a hacer cosas que te
llevarán al infierno".
Sin fe es
imposible agradar al Señor y el miedo es directamente lo opuesto de la fe. Es
obvio que el miedo no le agrada a Dios por que destruye la fe de uno. Por que
todo el tiempo que íbamos de camino, íbamos caminando lado a lado pero tan
pronto como llegamos a la puerta del infierno, Él tomo mi mano con Su mano y la
sostuvo todo el tiempo que estuvimos en el infierno. Yo estaba tan feliz que el
Señor sostenía mi mano por que con el sostén firme de Su mano removió todo el
temor de mí. El lugar seguía siendo el mismo, nada había cambiado desde la
primera vez. Había moscas, gusanos, calor extremo, el hedor, esqueletos, el
ruido, todo se encontraba tal y como estaba la primera vez que estuve ahí.
Entramos a través de la misma fea puerta y el Señor me llevó a un grupo de
personas. Había muchas personas que conocía mientras todavía estaban en la
tierra. La gente pobre estaba un estado terrible; se veían miserables y en gran
agonía, pero lo peor de todo era la expresión de desesperación en sus caras. El
Señor señaló a una mujer de mediana edad que conocí antes de su muerte. Ella
había muerto en un accidente automovilístico en el principio del año 2005. Yo
estaba en shock de ver a aquella mujer en el infierno por que todos sabíamos
que ella era una mujer temerosa de Dios y amante del Señor. El Señor me dijo
que esta mujer lo amaba y que Él también la amaba; ella lo había servido cuando
ella vivía en la tierra; ella había guiado a muchas personas al Señor y ella
conocía al Señor muy bien. Ella era compasiva con los pobres y necesitados;
ella les daba, y los ayudaba en muchas maneras. Ella era una buena sierva del
Señor en muchas maneras. Esas palabras del Señor me dejaron todavía más
atónita, y entonces le pregunté por qué Él dejaría a alguien que lo había
servido tan bien y haya terminado en el infierno. El Señor me miró y me dijo
que esta mujer había creído la mentira del diablo. Aunque ella sabía las
escrituras bien, ella creyó la mentira del diablo de que hay pecados pequeños y
pecados grandes. Ella pensó que un pecado "pequeño" no la llevaría al
infierno por que, después de todo, ella era cristiana. El Señor continuó, "Yo fui con ella muchas veces y le
dije que parara de hacer lo que estaba haciendo, pero muchas veces ella
razonaba que lo que ella hacía era demasiado pequeño, y ella atribuyó mi
advertencia a sus propios sentimientos de culpa. Había un tiempo en el que ella
paraba por un tiempo pero luego ella se convencía nuevamente a si misma que esa
advertencia no provenía de Mí, sino de su propia voz, por que ese pecado era
demasiado insignificante para lastimar al Espíritu Santo".
Le pregunté al
Señor otra vez cuál era el pecado que esta mujer había cometido y Él me
contestó así: "Esta
mujer tenía una amiga que es enfermera en el Hospital de Oshakati. En cualquier
momento que esta mujer se enfermaba, ella no iba al hospital para pagar por su carné
como una práctica normal; ella sólo tomaba el teléfono y le decía a su amiga
que le organizara medicina para ella del Dispensario del Hospital. Su amiga
estaba siempre obligada y le pedía recoger la medicina a una hora particular.
Primero, ella decidió aceptar la mentira del diablo acerca de pecados chicos y
grandes y rechazó mi verdad; ella causó a alguien mas a pecar y a robar por su
bienestar, y lo peor, ella contristó al Espíritu Santo. Esto es lo que causó
que ella llegara al infierno. No importa si tu has traído millones de almas al
Señor; es todavía posible llegar al infierno por contristar al Espíritu Santo.
No solo debes preocuparte por la salvación de los demás sino que tienes que ser
también cuidadoso de no perder tu propia alma. Sé sensible al Espíritu Santo en
todo momento".
Después de que el Señor dijo esas palabras el dijo que debíamos regresar.
Muchos cristianos
que han oído esta historia la encuentran problemática. Ellos siempre me
preguntan: "Qué acerca de la justificación, misericordia y gracia?" y
"Es posible perder tu salvación después de haberla recibido?"
"No es eso demasiado severo?", "Puede ser Dios tan
cruel?".Bueno, como he dicho en algún otro lugar de este libro, yo no estoy
presentando ninguna teología aquí. Yo sólo les estoy diciendo lo que el Señor
me ha mostrado y enseñado - y lo que Él me ha permitido experimentar. Por
favor diríjanse a sus Biblia para respuesta. Miren en los siguientes
versículos y hagan saquen sus propias conclusiones.
"Sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea
que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado". 1
Corintios 9:27
"Qué, pues, diremos? Perseveraremos en el pecado para que la
gracia abunde?
En ninguna manera. Por que los que hemos muerto al pecado, como
viviremos aún en él?". Romanos 6:1-2
"No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo
que lo obedezcáis en sus concupiscencias." Romanos 6:12
"Por que si pecáremos voluntariamente después de haber
recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los
pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha
de devorar a los adversarios". Hebreos 10:26-27
Puedo ir al infierno después de haber servido al
Señor y después de haber guiado a otros a Cristo? Usted sea el juez!
DESOBEDIENCIA
El lunes 6 de marzo del 2006, me desperté con la alarma del reloj
a las 5:30. Empecé a orar y me di cuenta de que una fuerte unción vino sobre
mí. Mi cuerpo estaba muy débil y estaba temblando y ondas de electricidad
pasaban por mi cuerpo. En la tarde, mientras estaba recostada en mi cama, vi
una luz brillante llenando el cuarto. vi. pequeñas, blancas y redondas gotas
como del tamaño de una cabeza de alfiler. Las gotas caían como lluvia y se
hundían en mi piel al contacto. Además vi una nube, o algo como una niebla que
venía de lo alto; que también llenaba el cuarto y que se hundía también en mi
piel al contacto. Después de eso, vi a Jesús caminando hacia mí desde en medio
de una nube de niebla. Él se sentó en su silla junto a mi cama. No tengo idea
de donde salía esta silla; usualmente aparece tan pronto como Jesús se dispone
a sentarse. Es una preciosa silla de oro; su apariencia es como la de todas las
sillas pero con soporte en su espalda, y en cada pata su estrella de plata; y
una estrella similar pero más grande en el soporte trasero, y tiene ruedas
redondas en cada pata. Jesús me saludó y estiró su mano hacia mí y me dijo que
me levantara por que el tiempo se estaba terminando. El me levantó hacia arriba
de la mano y yo me senté en la cama. Entonces Él me dijo: "Victoria, vamos a orar". Él oraba en un lenguaje que yo no
entendía; sólo entendí la palabra "Amen". Entonces Él continuó preguntándome lo que yo veía y yo le contesté
que veía grupos de personas yendo a sus trabajos, y otros llegando a sus
lugares de trabajo. También veía gotas similares blancas cayendo sobre aquellos
que habían llegado primero a sus trabajos. Después del primer grupo, otro grupo
llego también después. Para cuando llegó el segundo grupo la lluvia de
diminutos gotas había ya dejado de caer.
También vi.
diferentes grupos de personas, llegando a diferentes iglesias el domingo en la
mañana. La lluvia de blancas gotas empezaría a caer tan pronto como los
primeros empezaran a llegar al lugar de la iglesia. Continuaba cayendo por un
tiempo y después se detenía. Los últimos en llegar no encontrarían nada. Jesús
me preguntó si había entendido lo que habían significado esas visiones y yo le
contesté que no las había entendido. Entonces el comenzó a explicarme: "Estas visiones significan que a
cualquier lugar donde tu debes estar a una hora específica y tu sabes a que
hora deberías estar allí, hay siempre ángeles distribuyendo bendiciones para
esa hora específica. Si tu llegas a tiempo, tu recibirás tus bendiciones, pero
si llegas tarde, tu perderás tus bendiciones para ese día por que los ángeles
distribuyen las bendiciones sólo para ese tiempo en específico. Victoria,
quiero advertirte por que tú llegas tarde a tu trabajo y además allegas
especialmente tarde a los servicios dominicales. Debes saber que a esas horas
tu has llegado tarde sin ninguna razón válida; siempre te has perdido de las
bendiciones para esos días; ellas nunca volverán a ti. Victoria tu debes parar
con esto y no volverlo a hacer, a menos que tengas una buena razón para llegar
tarde".
Cuando el Señor
dijo esas palabras realenté deseé poder desaparecer o darle algunas excusas
aceptables por mi indisciplina. Le dije que algunas veces me quedaba dormida,
pero Él me miró directo a los ojos y dijo que estaba mintiendo y que yo tenía
una mala tendencia a regresar a la cama después de haber despertado, para
sucumbir al deseo de dormir 'por unos minutos mas'.
Después de que
Jesús me advirtió, Él dijo: "Levántate. Vamos. El tiempo se esta acabando rápidamente y
hay cosas que debemos hacer".
Esta vez el Señor
me llevó a un lugar donde nunca había estado antes; también era la primera vez
que tomábamos ese camino en el que caminamos ese día. Llegamos a un jardín lleno
de hermosas flores y de hermosos árboles verdes, nada en esta tierra se puede comparar
a esta belleza. Las flores eran de todos los tipos y de hermosos colores
brillantes. Nos sentamos en una hermoso banco de jardín, que estaba hecho de
oro sólido, y tenía pequeñas y brillantes estrellas plateadas. Cuando nos
sentamos, Él señaló enfrente de nosotros y dijo: "Victoria, mira, puedes ver esa
ciudad?" Cuando
miré, vi una enorme, y brillante ciudad. Era hermosa más allá de toda
descripción. La ciudad tiene un brillante y reluciente puerta y en esa puerta
estaba un hombre, sentado, que era de gran edad. Tenía una larga y blanca barba
y pelo blanco. Ya había visto a este hombre antes, cuando le pregunté a Jesús
quién era este hombre, Él me dijo que era Abraham, el padre de la fe. vi.
muchas avenidas en esa ciudad, que están también hechas de oro. Hay también
altos edificios y también eran brillantes como el oro. El esplendor y brillo en
la ciudad es indescriptible.Jesús se volvió a mí y me preguntó: "Qué piensas acerca de la
ciudad?".
Yo le respondí que era hermosa y que quería ir allí. Jesús me
dijo: "Yo te llevaré si tu continúas siendo obediente por que es ahí
también donde tu casa va a estar. Permanece obediente - por que si eres
desobediente, Victoria, los cuervos volarán en tu casa. Tu casa será morada de
búhos y patio de espíritus De cualquier forma, no tengas temor, por que yo
estoy contigo. Sólo obedece. Por que todo aquél que desobedece, en su casa volarán los
cuervos, será morada de búhos y patio de espíritus".Jesucristo es real y
Él nos ama con un amor que no puede ser descrito, Su más grande deseo es que
nosotros escojamos la vida y que pasemos la eternidad con Él. Su corazón se
duele por todas esas personas que están muriendo y yendo al infierno por que
han escogido rechazar la
Salvación que Él les ofrece, en lugar de eso ellos escogen la
muerte. Si eres cristiano renacido o no, por favor siempre recuerda esta sola
cosa:
El tiempo se esta terminando rápidamente.
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