PROFECIAS


LOS DÍAS DE JOEL

Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones” (Joel 2:28).


Mary Kathryn Baxter, fue llevada al infierno y al cielo por nuestro Señor Jesucristo. El le dió esta profecía para los últimos tiempos. Hoy día ésta profecía se está cumpliendo, pues vivimos en el tiempo de una "Gran apostasía", donde Jehová de los ejércitos; Dios de Israel, ha despertado y levantado a su remanente sobre toda la tierra como soldados para hacer la guerra contra el enemigo y destruir las obras de Satanás y llamar a muchos al arrepentimiento y la verdad de Dios y la salvación; antes que venga el día del Señor, día grande y terrible.

                                    PROFECÍA 

«Esta profecía es para todos. Jesús dijo: Estas cosas ya están sucediendo en la tierra, están por ser y pronto vendrán sobre la tierra. La serpiente de fuego es parte de la bestia. Las profecías que vas a leer son verdaderas. Las revelaciones son verdaderas. Velad y orad. Amaos los unos a los otros. Manténganse santos. Mantengan sus manos limpias. 

Esposos amen a sus esposas como Cristo amó a su iglesia. Esposos y esposas, amaos los unos a los otros como yo os he amado. Yo ordené el matrimonio y lo bendije con mi Palabra. Mantengan el lecho del matrimonio sin mancilla. Límpiense de toda maldad y sean puros, como yo soy puro. 

El santo pueblo de Dios ha sido extraviado por engañadores. No se dejen engañar; Dios no puede ser burlado. El entendimiento te será dado si abres tus oídos y me escuchas. Este es el mensaje de Cristo a las iglesias. Cuídense de los falsos profetas que se paran en mi lugar Santo y engañan con piropos. Oh tierra, mi santo pueblo se ha quedado dormido al sonido de la falsa doctrina. ¡Despertad, despertad¡ Yo te digo que toda maldad es pecado. Límpiense de todo pecado de la carne y del Espíritu. Mis santos profetas vivan una vida santa. Pero ustedes se han revelado contra mi y mi santidad. Han traído el mal sobre vosotros. Ustedes han pecado y se han hecho esclavos de la enfermedad y de la muerte.

Ustedes han cometido iniquidades y han hecho lo malo y se han revelado contra mí. Se han apartado de mis preceptos y de mis juicios. Ustedes no han escuchado las palabras de mis siervos, los profetas y las profetizas. Maldiciones en vez de bendiciones han venido sobre vosotros, y todavía rehúsan retornar a mí y arrepentirse de sus pecados. 

Si ustedes regresan, se arrepienten y si me honran con el fruto de la justicia, yo bendeciré vuestros hogares y honraré la cama del matrimonio. Si se humillan y claman a mi; yo escucharé y los bendeciré. 

Escuchen, ustedes ministros de mi Santa Palabra. No enseñen a mi pueblo a pecar contra Dios. Acuérdense que el juicio comienza por la casa de Dios; a menos que se arrepientan, yo los quitare por los pecados que le enseñaron a mi pueblo. Creen ustedes que estoy ciego y no puedo ver, o sordo que no puedo oír?

Tú que tienes la verdad con la injusticia y llenas tus bolsillos con oro y plata a costa de los pobres, arrepiéntete, te digo, antes que sea muy tarde. El día del juicio te pararás solo delante mí para dar cuenta de lo que hiciste con mi Santa Palabra; si clamas a mí en arrepentimiento, yo quitare la maldición de tus tierras y os bendeciré. Si te arrepientes y te avergüenzas de tus pecados, yo tendré misericordia y compasión de ti y no me acordaré más de tus pecados. Ora para que seas un vencedor.

Despierta a la vida. Arrepiéntete por la gente que has guiado mal y les enseñaste falsas doctrinas. Diles que has pecado y que has desparramado mis ovejas. Arrepiéntete delante de ellos. 

He aquí, estoy preparando un ejército santo. Ellos harán grandes exploraciones para mí y destruirán tus lugares altos. Es un ejército de hombres, mujeres, niños y jóvenes santos. Ellos han sido ungidos para predicar el verdadero evangelio, para poner las manos sobre los enfermos, y llamar a los pecadores al arrepentimiento.

Este es un ejército de trabajadores, hombres, esposas, hombres solteros, mujeres solteras y niños escolares. Son gente sencilla, pues no muchos nobles han respondido a mi llamado. En el pasado fueron mal entendidos y maltratados, abusados y rechazados. Pero yo los he bendecido dándoles intrepidez en santidad y en Espíritu. Ellos comenzarán a cumplir mis profecías y a hacer mi voluntad. Yo caminaré en ellos, hablaré en ellos y trabajaré en ellos. 

Estos son aquellos que se han tornado a mí con todo el corazón, alma, mente y fuerza. Este ejército despertará a muchos a mi justicia y pureza del espíritu. Yo pronto me comenzaré a mover entre ellos, a escoger a los que deseo para mi ejército. Yo los buscaré en las ciudades y los pueblos. Muchos se van a sorprender con los que he escogido. Los van a ver moverse sobre toda la tierra y hacer hazañas por causa de mi nombre. Mirad y ver mi poder en obra. 

Otra vez os digo, no manchen la cama del matrimonio. No manchen el cuerpo en el cual mora el Espíritu Santo. Los pecados del cuerpo llevan a pecados del Espíritu.

Mantengan el lecho del matrimonio santo. Yo hice al hombre para la mujer y la mujer para el hombre y he decretado que sean unidos en el santo matrimonio.

"Otra vez os digo, despertad”.

Yo vi. muchas otras visiones en el brazo izquierdo del infierno. Yo fui instruida por el Señor que no debo revelarlas ahora. Muchas de ellas eran visiones del mundo en los últimos días. Cuando muchos del pueblo de Dios se apartarán y se perderán. En las visiones se me dieron revelaciones sobre el cuerpo de Cristo, el ministerio de los hijos de Dios, los hijos de la bestia, y la eminente venida de Cristo. “Más tarde, las puedes revelar,” dijo El, “pero no ahora”.

Este ejército, ”dijo el Señor,“ que fue hablado por el profeta Joel, saldrá de la tierra y hará grandes obras para Dios. El Hijo de justicia se levantará con sanidad en sus alas. El acabará con los malignos y serán cenizas debajo de las plantas de sus pies. Serán llamados el ejército del Señor. Yo le daré dones y ellos harán mis grandes obras. 

Ellos harán maravillas para el Señor de La gloria. Yo derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán. 

Este ejército peleará contra las fuerzas de maldad y destruirá muchas obras de satanás. Ellos alcanzarán a muchos para Jesucristo antes que llegue el día cuando se levante la bestia, dice el Señor.

Jesús, dijo, “Ve, ya es hora de irnos.” Al fin dejábamos las visiones y el brazo izquierdo del infierno. Yo estaba muy alegre. Cuando salimos, Jesús dijo, “Dile a tu familia que los amo y corrígelos con amor. Diles que los libraré del mal si ponen su confianza en mi

Escuche una voz que me dijo, “Escribe, pues estas cosas son fieles y verdaderas.” Otra vez estaba con el Señor en el Espíritu. El estaba alto y exaltado, y su voz era como de trueno.

“He aquí, oh tierra, estas cosas son, eran y están por venir. Yo soy el primero y el último. Sírvanme, al Creador, pues yo doy vida y no muerte. Levántense de su maldad y clamen a mi, yo os sanaré y os libertaré. Las cosas que lees en este libro son verdaderas y sucederán pronto

Arrepiéntanse, pues el tiempo está cerca, y el Señor de la gloria pronto aparecerá. Estad listos, porque no sabéis el día ni la hora. Grande será la recompensa de aquellos que esperan mi venida. Yo bendeciré a mis pequeños, aquellos que han guardado la fe y me han servido en verdad y en justicia. Antes que lo sepan, Yo estaré sobre ellos. Yo he preparado una bendición para aquellos que han sido fieles a su llamamiento y para aquellos que no han negado mi nombre. 

Yo digo, que si mi pueblo que se llama por mi nombre, se humilla y ora, yo los perdonaré, y los sanaré, y los restauraré. Yo deseo escuchar, libertar, y salvar a todos los que creen y claman en mi nombre. 

Santifiquen un ayuno. Llamen a una asamblea solemne. Reunid a todos los ancianos y a todos los habitantes de la tierra en mi casa y clamen a mí. Ay, pues el día del Señor viene como un ladrón en la noche el día está cerca. 

Confíen en mí, y yo restauraré los años que comió la oruga, las langostas, el gusano y las larvas. El gran ejército que he llamado no romperá su lugar o su marcha. Ellos harán prestaciones brillantes maravillosas, y no serán conquistados, pues yo soy su fortaleza. 

Sus voces sonarán como la trompeta, sonarán como el trueno y todos escucharán y sabrán que yo soy el Señor vuestro Dios.

Amado Señor Jesús, es mi oración ser encontrada digna, de ser parte de este ejército. Yo quiero estar en este ejército, pero sé que tengo que ser pura y santa, como Jesús es, puro y santo. Con la sangre que Cristo derramó, límpiame de toda maldad. Ayúdame a mantener un corazón arrepentido, libre de todo odio y amargura. 

Padre, yo sé que mucha de tu gente está dormida. Yo temo que vas a tener que romper nuestro vaso de barro y humillarnos para que pueda haber fruto de justicia.

Señor, yo no quiero tener que regresar al infierno otra vez y tener que quedarme allí. Oh Señor, ayúdame a amonestar a la gente. Dame poder para impedir que el infierno siga creciendo. Ayúdame a mí, y a tu pueblo a ser buenos, de buen corazón, perdonándonos y amándonos los unos a los otros. Ayúdanos a hablar la verdad en todo el tiempo. 

Yo sé que Jesús regresa pronto y sus recompensas con El. Yo sé que mi mensaje al mundo es, “Arrepentíos, pues el día del Señor está cerca.” Padre, yo no quiero la sangre de esta gente sobre mis manos.» 













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